[Vídeo] Japón se sacude clichés y presume del lujo sobre cuatro ruedas
Los coches ya no son lo que eran. No es que se hayan pasado de moda, ni mucho menos. Solo que han dejado de ser concebidos como utilitarios. Y más si no es cualquier coche. El que se compra un automóvil de lujo busca algo más allá y actualmente estamos en un escenario en el que conceptos como la belleza y la innovación de su diseño suman muchos puntos. Una creencia a la que se suma el jefe del departamento creativo de la marca Nissan, Alfonso Albaisa.
Para él, un coche debe ser el fiel reflejo de uno de los sueños por antonomasia del ser humano, volar. ¿Cómo conseguirlo? Con diseños frescos, elegantes, con el lujo como premisa innegociable, representado en elementos como asientos de cuero con suavidad y brillo o embellecedores de madera genuina hechos a mano. Todo ello respetando la esencia de alto rendimiento, seguridad y high class en cada centímetro de los vehículos.
La industria automovilística apuesta por el diseño como aspecto diferencial. Y, sin embargo, algo que siempre se ha achacado a las marcas de coches japonesas ha sido la monotonía de sus creaciones, consideradas a menudo aburridas e incluso caóticas. Con el lanzamiento de modelos como el Infiniti Q50 (la marca de lujo de Nissan) algo ha cambiado y ahora reflejan fielmente la belleza de Japón, que es mucha.
Aunque pueda parecer complicado, el diseño de los nuevos coches ha estado influenciado por las culturas japonesa, cubana y estadounidense, acercándose tanto a Oriente como a Occidente. Albaisa se atrevió a adelantar algo que no ha dejado boquiabiertos: dentro de unos años los automóviles podrían no llevar espejos retrovisores a los lados. ¿Qué será lo próximo? La verdad es que estamos ante un sector que evoluciona a la velocidad de la luz.